Informe Kissinger Memorandum 200


“INFORME NSSM 200” o “INFORME KISSINGER”
(National Security Study Memorandum 200)

A principios de los 70, durante los últimos días del gobierno del Presidente Nixon, un documento del Departamento de Estado creado bajo la dirección del Secretario de Estado Henry Kissinger, identificó el crecimiento de la población en los países del tercer mundo como “un asunto de máxima importancia“.

Dicho crecimiento ponía en peligro el acceso a minerales y a otras materias primas que los EEUU necesitaban y por lo tanto, constituía una amenaza para su seguridad económica y política.

El “informe Kissinger” podría definirse como:

“Un extenso análisis de la situación demográfica mundial y soluciones para la estabilidad de los intereses de Estados Unidos relacionados con los recursos naturales que alimentaban las industrias norteamericanas.”

Establece el control de la natalidad y el control político y económico de los países subdesarrollados, para “ahorrar recursos y materias primas” que potencialmente serían utilizados por los Estados Unidos.

Lo que bien podría llamarse “IMPERIALISMO DEMOGRÁFICO”.

“¿Debe ser el alimento considerado como un instrumento de poder nacional?”, se pregunta Kissinger, a lo que no responde directamente, aunque sugiere que “todo tipo de ayuda debe ajustarse a aquellos países que acepten las condiciones de reducir la tasa de natalidad y busquen la estabilidad política.”

“Estados Unidos se ha convertido de forma progresiva dependiente de la importación de minerales provenientes de países en vías desarrollo en las décadas recientes, y esta tendencia se acentuará.

La ubicación de las reservas exploradas de minerales de mayor grado (de pureza) favorece la dependencia de todas las regiones industrializadas de la importación de países menos desarrollados. El verdadero problema del abastecimiento de minerales, no yace en una base física sino en modos de acceso en lo político-económico”.

“La economía de los EEUU requerirá de grandes y crecientes cantidades de minerales del extranjero, especialmente de los países en vías de desarrollo. Este hecho hace que EEUU tenga un gran interés en la estabilidad política, social y económica de los países suministradores. Donde quiera que una disminución de las presiones demográficas, por medio de una disminución en los índices de la natalidad, pueda aumentar las posibilidades de dicha estabilidad, la política demográfica se hace relevante para los suministros de recursos y para los intereses económicos de los EEUU.”

“Existe también el peligro de que algunos líderes de los países en vías de desarrollo, vean las presiones de los países desarrollados a favor de la planificación familiar, como una forma de imperialismo económico y racial; esto podría crear un retroceso bastante serio”.

“Es vital que el esfuerzo por desarrollar y fortalecer el compromiso con los líderes de los países subdesarrollados, no sea visto por ellos como una política de un país industrializado, para mantener reducido su vigor o para preservar recursos quenserán usados por los países “ricos”.

Los EEUU pueden ayudar a minimizar las acusaciones de tener un movimiento imperialista detrás de su apoyo a favor de las actividades demográficas, afirmando repetidamente que dicho apoyo se deriva de una preocupación por:
a) El derecho del individuo a determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos.
b) El desarrollo fundamental, social y económico de los países pobres.

Kissinger informaba a la presidencia que los países más problemáticos en cuanto a la creciente tasa de natalidad eran India, Bangladesh, Pakistán, Nigeria, México, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía, y Colombia. En al menos cinco de estos países, Estados Unidos asentó bases militares.

“LOS EXPERTOS RECOMIENDAN QUE LA POLÍTICA NORTEAMERICANA TANTO INTERIOR COMO EXTERIOR, BUSQUE COMO OBJETIVO LA ELIMINACIÓN DE UNOS 2.400 MILLONES DE SERES HUMANOS EN LOS AÑOS VENIDEROS”.

El Memorándum 200, desclasificado en junio de 1989, todavía motiva muchas de las directrices de la política exterior de los EE.UU. La ayuda a los países en vías de desarrollo todavía continúa siendo otorgada, a condición de que estos países estén dispuestos a implementar medidas para el control de la población. En realidad, esto implica el irse suicidando lentamente a nivel nacional.

El documento sale a la luz mostrando que no había perdido vigencia ni alterado el rumbo de funcionarios clave, en el inicio del plan, en medio de la crisis política que implicó la renuncia de Richard Nixon. Kissinger y George Bush (padre) siguieron con Gerald Ford al frente de la secretaría de Estado y la CIA, respectivamente, así como el resto de los involucrados.

A principios de los años 70 el presidente Nixon pidió al Congreso mayores fondos para financiar las actividades de población. En 1970 creó la Comisión sobre el Crecimiento Demográfico y el Futuro de Norteamérica, nombrando para presidirla nada menos que a John D. Rockefeller III.

En su carácter de secretario de estado del gobierno norteamericano, Henry Kissinguer suscribió el 24 de abril de 1974, el documento titulado “Memorandum de Estudio para la Seguridad Nacional nº 200 (NSSM 200) – “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”.

En 1989 estos documentos fueron desclasificados. Esto permitió descubrir como el Informe Kissinger recomendaba al Ejecutivo del gobierno de Richard Nixon declarar de máxima prioridad el control de natalidad en 13 países. Brasil aparecía en primer lugar; los otros países eran India, Bangladesh, Paquistaní, Nigeria, México, Indonesia, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía y Colombia. Se alegaba que la “explosión” demográfica era una “amenaza” para la seguridad de de los EE.UU. Entre otras cosas, recomendaba a las agencias del gobierno de EE.UU. no usar el término “control de la natalidad” para no asustar a los políticos, sino expresiones como “planificación familiar” o “paternidad responsable”. El objetivo era garantizar el acceso de los EE.UU. a las materias primas de esos países, minimizando el consumo interno en ellos.

El Memorandum está compuesto por un resumen ejecutivo y dos partes. En la primera parte se presenta la situación demográfica mundial, y la estimación de lo que traerá aparejado tras proyectar varias variables demográficas para los próximos 30 años. La segunda parte configura el programa político, sugerido al presidente de los EE.UU. como consecuencia del análisis anterior.

Parte I: Análisis demográfico

En el capitulo I
Se habla sobre la tendencias demográficas mundiales y se prevé un crecimiento para el 2000 según tres modelos de 7.800, 6.400 ó 5.900 millones de habitantes (este último fue el más acertado).

En el capítulo II
Se habla del abastecimiento de alimentos. El informe reconoce como entre los años 1954 y 1973 se ha producido un aumento del 19% de la cantidad de alimentos per cápita, pero paradójicamente, el informe pronostica para los siguientes años una serie de hambrunas generalizadas, para lo que propone como solución el descenso en las tasas de crecimiento poblacional de los países pobres.

El capítulo III
Se refiere a los minerales y combustibles, indicando los niveles de materias primas que EE.UU. necesita para mantener sus niveles de desarrollo y consumo. Este acceso a las materias primas se vería amenazado por el crecimiento poblacional del Tercer Mundo, debido a su mayor consumo y a un supuesto riesgo de alteraciones del orden público en tales países.

“… este hecho le da a los EE.UU. un creciente interés en la estabilidad social, política y económica de los países productores. Donde sea que una disminución de las presiones poblacionales por medio de menores tasas de natalidad puede incrementar las perspectivas de tal estabilidad, la política poblacional se convierte en relevante para el suministro de recursos y para los intereses económicos de los EE.UU.”. NSSM. 200

El capítulo IV
Comienza con esta apocalíptica y dogmática afirmación:
“El rápido crecimiento poblacional afecta negativamente todos los aspectos del progreso social y económico de los países en desarrollo… esto lleva a preguntar cuánto más fácil serían los desembolsos para combatir la natalidad, que los destinados a incrementar la producción por medio de inversiones directas en irrigación, o proyectos para generar energía construir fábricas,…” Memorandum 200. Informe Kissinger

Una vez establecido el paradigma del control natal, se presentan los medios para imponerlo coactivamente sin levantar incómodas sospechas:

“… se cree que serán necesarios algo más que servicios de planificación familiar para motivar a las parejas a querer familias pequeñas… Este factor lleva a la necesidad de programas a gran escala de información, educación y persuasión dirigida a disminuir la fertilidad”. Memorandum 200. Informe Kissinger.

El capítulo V
Pretende hacer responsable a la presión demográfica de diferentes conflictos mundiales entre ellos la guerra entre El Salvador y Honduras, la guerra civil nigeriana y el conflicto Pakistán-India-Bangladesh.

Por último, el capítulo VI resume la Conferencia de Población de Bucarest de 1974 criticando a aquellos países que se mostraron contrarios al control de población y al llamado “Plan de Acción Poblacional Mundial”, y planteando una estrategia para revertir y “reeducar” a los gobiernos para que acepten las propuestas Neomalthusianas.

“Las creencias, ideológicas y los conceptos erróneos mostrados por muchas naciones en Bucarest indica que se requiere, con mayor fuerza que nunca, educación extensa de los líderes de muchos gobiernos, especialmente en África y algunos países de Latinoamérica”. NSSM. 200

Parte II: La estrategia global

El capítulo I
Presenta la estrategia global poblacional estadounidense. Su análisis es importante para entender la geopolítica que ha gobernado el mundo en las últimas décadas.

En primer lugar se indica la necesidad de crear instituciones voluntarias independientes para llevar a cabo el plan. Estas instituciones de voluntarios es lo que en la actualidad denominamos ONG´s.

“Los programas de asistencia poblacional USG deben ser coordinados con los de las principales instituciones multilaterales, organizaciones de voluntarios (ONG´s), y otros donantes bilaterales”.

Esta estrategia global para reducción de la natalidad en el mundo se basó en los siguientes elementos:

– Priorizar la asistencia económica en materia poblacional de la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) en los países más grandes y de desarrollo más rápido… Estos países son: India, Bangladesh, Pakistán, Nigeria, Méjico, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía y Colombia.

– Condicionar la ayuda económica a la asunción de los planes de control de la natalidad, evitando la incómoda sospecha de que la planificación familiar se descubra como una forma de imperialismo económico o racial.

– Garantizar el acceso del 85% de la población a los servicios de anticoncepción y planificación familiar.

– Complementar esta acción con la educación y el adoctrinamiento de la creciente generación de niños con respecto a lo apetecible del tamaño de una familia pequeña.

“Frente a este plan global, se prevé minimizar las acusaciones de que hay una motivación imperialista detrás del apoyo a las actividades poblacionales afirmando repetidamente que tal apoyo deriva de una preocupación con respecto a el derecho de la paraje individual de determinar libremente y responsablemente el número y espaciamiento de sus hijos y a tener información, educación, y los medios para lograrlo; y el desarrollo fundamental social y económico de los países pobres para los cuales el rápido crecimiento poblacional es a la vez una causa y una consecuencia de la pobreza ampliamente diseminada”. Jorge Scala. IPPF. La multinacional de la muerte.

En el capítulo II
Se habla ampliamente de la estrategia en la asignación de fondos en materia de población y desarrollo, con el objetivo explícito de “crear las condiciones para la declinación de la fertilidad”. Así en este apartado se reconoce que:

“… ha habido algunos experimentos controvertidos, pero notablemente exitosos, en la India en los cuales incentivos financieros, junto con otros dispositivos de motivación, se utilizaron para lograr que un gran número de hombres se hicieran vasectomías”.

El capítulo III
Trata del papel que la ONU y sus agencias han de realizar “aumentando el conocimiento y la capacidad para responder a las necesidades en las áreas de población y desarrollo”.

En el capítulo IV
Se alienta la investigación en tecnología para la imposición del control natal.

“El esfuerzo para reducir el crecimiento poblacional requiere una variedad de métodos de control de natalidad que sean seguros, efectivos, baratos, y atractivos tanto para los varones como para las mujeres. Los países en desarrollo en particular necesitan métodos que no requieran de médicos y que se puedan utilizar en áreas rurales remotas y primitivas o villas míseras urbanas por personas que tienen una motivación relativamente baja”. NSSM. 200

El Memorandum fue puesto inmediatamente en práctica, tanto por los burócratas del gobierno norteamericano, como por los de la ONU, sus Agencias y organismos multilaterales de crédito. De esta manera las ONGs y los medios de comunicación han contribuido a acrecentar las fortunas de los fabricantes de contraceptivos. Como muestra del éxito de estas políticas, destacar que en Brasil, el número de niños nacidos por mujer ha pasado de poco más de 6,1 en 1960 a 2,4 en 1994, una de las caídas más grandes experimentadas por este índice hasta 1980 (inclusive mayor que el de China).

Apenas veinticinco años después del Informe Kissinger, la División de Población de la Secretaría General de la ONU, publicó el Informe titulado “Reemplazo migratorio”, donde destaca que 61 naciones tienen tasas de natalidad por debajo del nivel de reemplazo, y que la esperanza de muchos países industrializados para lograr un número de trabajadores que asegure el equilibrio del sistema económico pasa por la inmigración masiva.